Todo paciente debe ejercer sin restricciones por motivo de raza, sexo, edad, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier índole, origen social, posición económica o condición social:

  1. Su derecho a elegir libremente al médico y en general a los profesionales de la salud.
  2. Su derecho a disfrutar de una comunicación plena y clara con el médico, apropiadas a sus condiciones psicológicas y culturales, que le permitan obtener toda la información necesaria respecto a la enfermedad que padece, así como a los procedimientos y tratamientos que se le vaya a practicar y el pronóstico y riesgos que dicho tratamiento conlleve.

También su derecho a que el, sus familiares o representantes, en caso de inconciencia o minoría de edad consientan o rechacen estos procedimientos dejando expresa constancia ojala escrita de su decisión.

  1. Su derecho a recibir un trato digno respetando sus creencias y costumbres, así como las opiniones personales que tenga sobre la enfermedad que sufre.
  2. Su derecho a que todos los informes de la historia clínica sean tratados de manera confidencial y secreta y que, solo con su autorización, pueda ser conocidos.
  3. Su derecho a que se le preste durante todo el proceso de la enfermedad, la mejor asistencia médica disponible.
  4. Su derecho a revisar y recibir explicaciones acerca de los costos de los servicios obtenidos.
  5. Su derecho al manejo adecuado del dolor, realizando una adecuada evaluación y tratamiento del dolor, brindando información, medidas de alivio y procurando la participación en las decisiones de su manejo. El paciente puede solicitar o rechazar el uso de diversas modalidades para el alivio del dolor.
  6. Su derecho hacer atendido en ambientes que garanticen la privacidad visual y auditiva.