Esta rama de la medicina tiene como objetivo tratar y diagnosticar el tracto urinario de ambos sexos, así como las enfermedades del aparato genital masculino. Más allá de la supuesta incomodidad que implica asistir a una consulta de urología, lo cierto es que este tipo de chequeo médico es vital. Sobre todo en las siguientes circunstancias:
El hombre deber acudir al urólogo cuando tenga alguna de las siguientes molestias o características:
- Tener algún familiar con enfermedades de las vías urinarias, por ejemplo: cálculos, cáncer, crecimiento de la próstata o tuberculosis urinaria.
- Molestias urinarias causadas por alguna relación sexual antigua o reciente.
- Salida de líquido diferente de la orina por el orificio urinario.
- Cualquier dificultad para orinar.
- Orinar sangre.
- Expulsar arenilla o cálculos en la orina.
- Dificultad para bajar la piel que cubre la cabeza (glande) del pene.
- Inflamación o cortadas (excoriaciones) o enrojecimiento de la piel del pene.
- Cualquier duda o molestia referente a su funcionamiento sexual.
La mujer debe acudir al especialista en vías urinarias si posee algunas de las siguientes características:
- Necesidad intensa y no controlable de orinar.
- Salida involuntaria de la orina al hacer esfuerzos.
- Orinar seguido y poco asociado con la sensación de no haber terminado o hacer esfuerzo para iniciar la salida de orina (micción).
- Orinar sangre o expulsar arenilla o cálculos.
- dolor de los riñones (espalda baja o parte alta de la cadera).