Esta rama de la medicina tiene como objetivo tratar y diagnosticar el tracto urinario de ambos sexos, así como las enfermedades del aparato genital masculino. Más allá de la supuesta incomodidad que implica asistir a una consulta de urología, lo cierto es que este tipo de chequeo médico es vital. Sobre todo en las siguientes circunstancias:

El hombre deber acudir al urólogo cuando tenga alguna de las siguientes molestias o características:

  1. Tener algún familiar con enfermedades de las vías urinarias, por ejemplo: cálculos, cáncer, crecimiento de la próstata o tuberculosis urinaria.
  2. Molestias urinarias causadas por alguna relación sexual antigua o reciente.
  3. Salida de líquido diferente de la orina por el orificio urinario.
  4. Cualquier dificultad para orinar.
  5. Orinar sangre.
  6. Expulsar arenilla o cálculos en la orina.
  7. Dificultad para bajar la piel que cubre la cabeza (glande) del pene.
  8. Inflamación o cortadas (excoriaciones) o enrojecimiento de la piel del pene.
  9. Cualquier duda o molestia referente a su funcionamiento sexual.

La mujer debe acudir al especialista en vías urinarias si posee algunas de las siguientes características:

  1. Necesidad intensa y no controlable de orinar.
  2. Salida involuntaria de la orina al hacer esfuerzos.
  3. Orinar seguido y poco asociado con la sensación de no haber terminado o hacer esfuerzo para iniciar la salida de orina (micción).
  4. Orinar sangre o expulsar arenilla o cálculos.
  5. dolor de los riñones (espalda baja o parte alta de la cadera).